Incoming (2018)

En el espacio nadie puede oír los gritos de lo mala que es tu película.

En raras ocasiones, el que escribe estas letras deja una película sin terminar de ver (recientemente comentaba aquel desastre llamado xXx: Reactivated con Vin Diesel que vi de principio a fin). Pero el caso que con este filme, Incoming, no tuve más remedio que pulsar el botón de STOP porque esta película protagonizada por el genial y poco valorado Scott Adkins, es un exponente al máximo del cutrerio a la hora de intentar hacer algo meramente entretenido.

La Estación Espacial Internacional ha sido reformada en una prisión para presos de máxima seguridad. Nadie conoce este hecho, lo que la hace ideal para que nadie pueda escapar de ella. Pero cuando los terroristas encarcelados se amotinan el poco personal a cargo, no sólo tendrán que luchar por sus vidas sino evitar una catástrofe mundial.

Con semejante argumento y por su localización espacial al espectador le podría recordar a títulos como la secuela de Fortaleza Infernal o la controvertida MS-1, Máxima seguridad. Pero su director, un tal Eric Zaragoza (que realiza su debut en la dirección y esperemos que en su siguiente película sea algo diametralmente opuesto o mejor que se vaya pensando a dedicarse a hacer los bocatas en los rodajes) cuenta con una producción muy cutre (la naves son de cartón piedra), un guión de lo más rácano (que podría apostar por el humor pero no hay manera), sin olvidarnos de unas actuaciones de aficionados (hasta Adkins tiene cara de preguntarse que ha hecho para protagonizar esto).

En la reciente Operación rescate (Black Water) con Van Damme y Dolph Lundgren, nos encontrábamos con esos problemas pero al menos lo intentaban disimular. Aquí ni eso, nos encontramos con trajes de astronautas que en realidad son chandals del mercadillo y los trajes de preso son esos pijamas tan feos que no queremos ni que se lo regalen a nuestro peor enemigo.

Por supuesto, capítulo aparte para los efectos especiales y mejor ni hablamos de la escueta escena de acción en la que el propio Adkins tiene que estar fingiendo que su rival es un tipo temible y duro a batir. Con todo esto, fans del cine de acción huir de Incoming como de la peste.

Por @ged_joe